Chiste Número #3670

Viene un vagabundo caminando, cabizbajo y triste cuando de pronto, en el suelo, ve una lata de sardinas. Sin interrumpir su paso, le da un puntapié a la lata y sin esperarlo; sale un genio de adentro del envase y le dice:

¡Oh!, vagabundo, por haberme salvado te concederé un deseo, pide.

El vagabundo, repleto de alegría le dice:

¡Genio!, yo quiero una casa bien grande, bien grande, con columnas de mármol y fuentes de…

En eso el genio lo interrumpe:

¡Tonto!, acaso ¿No me ves a mí viviendo en esta lata de sardinas?