Llama el general al sargento por teléfono a las 3.00 de la mañana y contesta un soldado: ¡Alo!, dice el soldado. Deme al sargento y apúrese. Lo siento señor, el sargento está durmiendo y no quiere que lo molesten, llame mañana. ¡Mira incompetente, pásame al sargento ahora mismo!, le contesta el general. ¿Es usted duro […]

Estaban formados los soldados y en eso el general le pregunta a un soldado: Soldado Maclovio, ¿Para usted qué es la patria? Para mí la patria es como si fuera mi madre, general. Muy bien muchachito, muy bien. Soldado Cornelio, ¿Y para usted qué es la patria? El soldado Cornelio se queda pensando y dice: […]

Un militar, a su subordinado: – Dígame, sargento, ¿qué hizo para cumplir mi orden de impedir al enemigo usar el tren? ¿Lo dinamitó? – No, señor. Compré todos los boletos.

En un cuartel de la milicia, había un soldado razo que era muy buena gente, ayudaba a todo el mundo en sus tareas, tenía muy buen sentido del humor, era muy colaborador, y además era muy estudioso, lo cierto es que al hombre todo el mundo lo quería. Un día mandan un telegrama al cuartel […]

Cierto general, presumiendo de la inteligencia de sus soldados, le dice a un marino. Te voy a demostrar que mis soldados son muy inteligentes. Y llama a un soldado: Soldado, dígame, ¿cuánto es ocho más siete? El soldado contesta rápidamente: Quince, mi general. Y el general orgullosamente felicita al soldado y le dice: ¡Bravo soldado! […]

Se encuentra la tropa descansando, el sargento decide hacer una prueba a los soldados y pregunta: – ¿Cuánto es 4 x 8? El soldado Gómez responde con voz fuerte y clara: – 48 mi sargento! El sargento responde: – ¡Así me gusta! ¡Bruto pero enérgico!

Un soldado muy enojado le pregunta a un capitán: Capitán, capitán, ¿Es cierto que usted anda diciendo que nos besamos atrás del almacén de los materiales de guerra? Y contesta el capitán: No, yo no he dicho nada. Y dice el soldado: ¡Entonces nos vieron mi capitán!

Se encuentra un soldado veterano explicando a unos amigos lo que le pasó en la guerra y les cuenta: Yo tuve la experiencia de caerme dentro de una letrina en el campo. ¡Increíble!, comentan los amigos. ¿Hasta dónde te impregnaste de toda esa porquería?, preguntan. El veterano contesta: Hasta los tobillos. ¡Ah, por lo menos […]