Un señor demasiado obeso tuvo la necesidad de viajar en avioneta hacia la región de la sierra del estado de Durango, donde los sembradíos de droga tenían su mejor desarrollo.

Por el peso del señor, la avioneta se desplomó, muriendo el señor obeso y el piloto de la avioneta. Le notificaron el deceso de su esposo a la señora del señor demasiado obeso, la cual acudió a las oficinas del ayuntamiento a reclamar el cadáver de su marido.

Cuando la señora llegó al ayuntamiento, inmediatamente le ofrecieron un cheque por 20.000 dólares. Ella extrañada preguntó la razón y le respondieron:

¡Al caer la avioneta, su marido nos fertilizó 20 hectáreas de plantíos y tuvimos una excelente producción!

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