Entra un señor a un bar y encuentra a un amigo en la barra muy triste y le pregunta:
¿Qué te pasa Pedro?
¡Cómo desearía que mi suegra estuviera muerta!
El amigo le dice, piensa que si tu suegra hubiese fallecido, tú no tendrías esposa.
A lo que Pedro responde:
¿Y por qué crees que deseo que hubiera muerto?