Dos monjas tocan a la puerta de una casa donde las recibe una pequeña e inocente niñita que le pregunta a las monjas:
¿Qué desean?
Nos podrías dar una colaboración para el ancianato.
Sí, claro, espere un momento. Generosamente la pequeña niña se voltea y grita:
¡Abuelo vení que te vinieron a buscar!