Iba entrando un doctor a un manicomio y en el patio observó una fila de locos cerca de un poste, el doctor observó al que iba subiendo que una vez arriba del poste dijo:
«Muy cierto» y se bajó. Luego subió otro y dijo: «Así es» y bajó. Al salir, el doctor volvió a ver una larga fila cerca del poste, y se preguntó que habría al final del poste. A la medianoche cuando los locos dormían, subió al poste para ver por qué todos los locos subían una y otra vez. Al llegar arriba se percató de una nota que decía: «Aquí se terminó el poste».