Un turista que pasea por el campo ve una granja y pregunta al dueño:
¿Pone muchos huevos esa gallina blanca?
Hasta ahora ninguno, responde el campesino.
¡Que contento se pondrá usted cuando ponga el primero!
Figúrese, venderé huevo y ave a peso de oro.
¿Por qué?, inquiere extrañado el turista.
Y el granjero le contesta:
Pues, porque esa gallina, ¡Es un gallo!