Un señor que tenía sólo la mitad de su brazo izquierdo, llevaba puesto su reloj en ese brazo. Pasa un camionero y con curiosidad le pregunta:

Señor, disculpe, ¿por qué mejor no se pone el reloj en la mano derecha? Sería más cómodo para ver la hora.

Entonces, el señor le dice molesto:

¿Tú le vas a dar cuerda?

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