Un provinciano se va de viaje en una línea aérea, y en pleno viaje se malogra el motor, el piloto ordena a la aeromoza que reparta paracaídas y faltaba uno para el provinciano, la aeromoza le dice al provinciano que faltaba un paracaídas para él, y el provinciano le responde que no se preocupe que él siempre donde va lleva un paracaídas.
Ya todos saltaron y al último salta el provinciano y se cae, ya todos en tierra van a verlo y tenía una mano cerrada, uno de ellos abre su mano y se lleva la sorpresa que tenía un mentol para caídas, golpes y torceduras.