Resulta que un atlante fue a Brasil a cazar pájaros, nunca había visto un loro parlanchín, cuando de repente en medio de la selva ve a uno arriba de un árbol y al no saber que especie era lo empieza a perseguir para cazarlo.
El loro bajaba.
El atlante bajaba.
El loro subía.
El atlante subía.
Así un rato hasta que el loro se cansa y le dice:
¿Por qué me sigue?
Perdone señor, pensé que era un pájaro.