Pasaba un hombre por un callejón, cuando empezó a escuchar que decían:

Quince, quince, quince, quince…

Y por curiosidad fue a averiguar que estaba pasando, cuando se iba acercando seguía escuchando:

Quince, quince, quince, quince…

Ya muy cerca vio un agujero pequeño y se acercó a mirar. Entonces, empezaron a decir:

Dieciséis, dieciséis, dieciséis…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *