-Oye Juan, ¿por qué estas todo arañado, amoratado, y cansado?

-Es que vengo de enterrar a mi suegra…

-¡Cuanto lo siento!… pero ¿por qué estás todo golpeado?, ¿qué te pasó?

-Es que no se dejaba enterrar…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *