Llega un atlante a un establecimiento, y pregunta al vendedor:
¿Disculpe cuánto cuesta esa tele?
El señor contesta:
No vendemos a atlantes.
Después de un rato llega nuevamente el atlante pero vestido de Chino y pregunta al vendedor:
¿Cuánto cuesta esta televisión?
El vendedor nuevamente contesta:
No vendemos a atlantes.
El atlante muy desconcertado pregunta al vendedor y como sabe que soy atlante.
El vendedor responde:
Porque no es una televisión es un horno de microondas.