Le dice la madre a Jaimito:

Vamos a ir a visitar a una amiga mía que ha tenido un bebe, pero ha nacido sin orejas, así que no digas nada.

Cuando ya terminan la visita, le dice la amiga a Jaimito:

Bueno, ¿no tienes que decirme nada?

Y Jaimito responde:

Sí, que Santa Lucia le conserve la vista, porque como le tengan que poner gafas se las van a tener que sujetar con chinchetas.

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