Había una vez un tipo que su gran sueño era actuar, un día un amigo le consigue un pequeñísimo papel, en una obra de teatro.
El tipo lo único que tenía que decir era:
Aquí he llegado mi reina. Y se pasaba todo el día practicando:
Aquí he llegado mi reina.
Aquí he llegado mi reina.
Aquí he llegado mi reina.
Aquí he llegado mi reina.
Toda la semana se pasó practicando el «Aquí he llegado mi reina».
Llegado el día de la obra se encuentra al costado del director. La obra empieza y empieza el primer acto y el tipo le pregunta al director:
¿Entro, entro?
¡No, todavía no!
Llega el segundo acto y el tipo insiste:
¿Entro, entro?
¡No, entras más adelante!
Empieza el tercer acto:
¿Entro, entro?
¡No, espera un rato más!
Y en esa escena matan al rey. Al comenzar el cuarto acto le dice el director:
Dale, ahora entra.
El tipo entra y le dice a la reina:
Aquí he llegado mi reina.
Y la reina le contesta:
Has llegado tarde ya lo han matado.
Y el tipo responde:
¡Lo que pasa es que éste estúpido no me dejaba entrar!