Este era un violinista que se perdió en la jungla, cuando a lo lejos vio un león, en su desesperación se puso a tocar el violín como un loco, el león se acerco y se sentó enfrente como escuchándolo.

De pronto apareció otro león e hizo lo mismo.

El violinista pensó: «Ya sabia que esta carrera me salvaría algún día», cerró los ojos un segundo y al abrirlos había mil leones a su alrededor.

Ya sudando frío, vio a lo lejos otro león, y se levantó para hacerlo detener mientras iba a su encuentro, siempre tocando el violín, pero el león no se detenía y en un segundo se lo comió.

Viendo esto, se levanta otro león y dice:

«Ya sabía que este sordo nos iba a malograr el concierto.»

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