Estaba un japonés, un estadounidense y un mexicano en el edifico más grande del mundo.

El japonés le dice al resto:

Les propongo un reto, ustedes deberán ir a la sima de ese edificio y aventar su reloj desde el último piso, y venir corriendo abajo y agarrarlo con la mano.

Todos Aceptan. Primero va el japonés y lo avienta, baja corriendo, pero lo encuentra destruido.

Luego va el estadounidense lo avienta, baja corriendo pero, lo encuentra igual que el japonés.

Y el último va el mexicano lo avienta, baja caminando, cuando llega abajo no lo ve mira para arriba y se va a tomar una malteada, se va con sus amigos y se duerme; después de un rato vuelve y lo acacha con la mano.

¡Increíble!, dicen el japonés y el otro, y le preguntan:

¿Cómo le hiciste?

Y responde el mexicano:

Es que lo atrasé una hora.

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