Eran las cuatro de la madrugada cuando suena el teléfono y contestan:
Aló, ¿Se encuentra Jorge?
Y le dicen:
Está equivocado.
Y cuelga y otra vez llaman y preguntan:
¿Se encuentra Jorge?
No, que está equivocado.
Y así repiten por cuatro veces más.
Al rato llaman y preguntan:
Aló, habla Jorge, ¿Alguien me ha llamado?