Era una vez una fiesta de puntos, de repente tocan a la puerta y abre el punto, este se queda mirando y dice:

No puedes entrar, eres una coma.

Y la coma dice:

No soy una coma soy un punto.

Y el punto le cierra la puerta en la cara. Más tarde vuelven a tocar la puerta, cuando el punto abre la puerta dice:

Otra vez tú, te dije que no puedes entrar porque eres una coma, y esto es una fiesta de puntos.

Y el punto vuelve a cerrar la puerta en la cara. Luego vuelven a tocar la puerta.

Cuando el punto abre la puerta dice:

¡Tú otra vez! ¡Te he dicho dos veces que no puedes entrar!

Y la coma dice:

Déjame entrar que soy un punto, ¿no ves que tengo gel para el cabello?

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