Era un americano, un hindú, y un mexicano, acababan de morir y el diablo los recibe en el infierno, el diablo les dice:
Les voy a dar una oportunidad de ir al cielo, les voy a dar un latigazo en la espalda, se pueden poner lo que quieran en ella pero no pueden quejarse, si no se quejan se irán al cielo.
Así que el americano dice:
Yo primero.
Se pone una loza de piedra en la espalda, el diablo le da el latigazo y el americano no se queja así que rápidamente se va al cielo.
Ahora le toca el turno al hindú y se arrodilla. El diablo le dice:
¿No te vas a poner nada en la espalda?
Y el hindú le responde:
No, la meditación me ayudará a no sentir dolor.
El diablo le da el latigazo y el hindú ni se inmuta. El diablo le dice:
Puedes irte al cielo.
Ahora es el turno del mexicano, este se arrodilla para recibir el latigazo, pero no se pone nada en la espalda y el diablo le dice:
¿También tú vencerás el dolor con la meditación?
Y el mexicano responde:
¿Me puedo poner cualquier cosa en la espalda?
Y el diablo le dice que sí, lo que sea.
A lo que mexicano dice:
¡A ver tú, hindú ven acá!