En un pabellón en construcción se hallaba una hormiga acicalándose, poniéndose guapa.

Pasó por allí otra hormiguita y le preguntó:

¿Qué haces? ¿Por qué te acicalas tanto?

¡Calla, calla!, contestó nerviosa la primera. Es que al mediodía, he oído decir a los obreros, que ésta tarde llega el HORMIGON.

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