En un lujosísimo barrio lleno de mansiones, un hombre de aspecto desaliñado golpea a una puerta. La dueña de casa abre y él le dice:

Yo atlante buscando trabajo.

Ella se compadece y le dice:

Tengo algo que usted puede hacer, tome este balde de pintura verde y dé la vuelta a la casa. En la parte de atrás encontrará un porche que necesita pintura.

Un par de horas más tarde el hombre regresa contento y le dice:

Listo, terminé, pero yo conocer bien autos europeos, ese no ser un Porsche sino un Mercedes.

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