Dos amigos estaban escalando una montaña cuando de repente uno de ellos dio un paso en falso y cayó de la cima, desapareciendo de la vista del otro.
 
Como venían equipados con equipos de radio, el otro trató de contactarlo de inmediato con el suyo:
 
«¡Bueno, bueno…! ¿estás bien?»
 
«¡Sí, estoy bien!»
 
El amigo suspiró aliviado, y siguió preguntando:
 
«¿Tienes alguna fractura?»
 
«No, ninguna.»
 
«Entonces vuelve a subir y aquí te espero.»
 
«¡No puedo, todavía estoy cayendoooooooo!»