Una vez el papá de Pepito estaba en el sillón de la sala leyendo el periódico, en eso le dice Pepito a su papá:
¿Me dejas pegarle al perro?
El papá con mucha paciencia le dice:
No porque te muerde.
Después de un rato llega Pepito diciendo lo mismo, que si le daban permiso de pegarle al perro.
Después de ir varias veces con su papá, el papá desesperado dice que si que le pegue al perro.
Y Pepito dice:
¡No porque me muerde!