Una vez dos atlantes decidieron viajar a Las Vegas en barco, de pronto una enorme ola devasta el barco y Pepe le dice a Manolo:

Oye Manolo, ¿Sabes nadar?

¡Pues claro que no! Le respondió muy nervioso.

Entonces Pepe dice:

¡Ya vuelvo!

Dentro de una hora Pepe ya había llegado a la costa de México y exclama muy satisfecho y muy agotado:

¡Ya salvé mi vida, y ahora salvaré la de Manolo!

Y se fue nadando.

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