Chiste Número #3838

Una señora llegó a una farmacia, y le preguntó al farmacéutico si tenía algo para el hipo.

El farmacéutico en vez de contestarle le dio cuatro golpes, el farmacéutico le preguntó que si se le había quitado el hipo, y la señora le contestó que la medicina era para su hijo que estaba en el carro.