-¡Una cuerda, por favor!, ¡Una cuerda!- grita uno desde el centro del río.

Y en la orilla habían dos borrachos y uno le dice a otro:

-¡Será estúpido!¡No se conforma con ahogarse, que ahora quiere ahorcarse!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *