Un hombre va a un bar, y dice con voz seria y enfadado:
Deme una cerveza, o sino…
Y el camarero asustado le interrumpe:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después llega un niño pequeño y le dice:
¿Me puede poner una coca cola?
¡No!, responde el camarero.
Al día siguiente llega otra vez el hombre del día anterior y le vuelve a decir:
Deme una cerveza, o sino…
Y el camarero le vuelve a decir asustado:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después vuelve a llegar el mismo niño del día anterior, y no le da la coca cola, cuando la pide.
Al otro día, vuelve a llegar el hombre, y le repite lo mismo, el camarero asustado se la pone corriendo. Después llega el niño, y le dice con una voz suave y un poco trémula:
Deme una coca cola o sino…
El camarero le interrumpe, y dice:
O sino, ¿Qué?
Y el niño asustado le dice:
O sino una Pepsi.