Un hombre quien había sido pillado desfalcando millones de su empleador fue a ver a un abogado buscando defensa. El no quería ir a la cárcel, pero su abogado le dijo: «No te preocupes. Tu nunca tendrás que ir a la cárcel con todo ese dinero.» Y el abogado estaba en lo correcto, cuando el hombre fue enviado a prisión el ya no tenía ni un dólar.