Un hombre caminaba hacia un bar, llevando un caimán con una correa. Entra en el bar y le dice al barman:
-«¿Sirven abogados aquí?»
-«Sí, por supuesto»: Dijo el barman
-«Bien» respondió el hombre y agregó: Dame una cerveza y quiero un abogado para mi caimán».