Un día una profesora daba clase de gramática, y dice:
Quiero que mañana me traigan una oración con la palabra «estatua», ¿entendieron?
Y dicen los niños:
¡Sí, maestra!
Al día siguiente la profesora dice:
A ver, María, ¿qué oración hizo de tarea?
Fui a Estados Unidos y vi la «estatua» de la Libertad.
¡Muy bien! Dice la profesora.
Y tú Juanito, ¿cuál es tu oración?
Mi papá compró una «estatua» bien bonita.
¡Muy bien! Vuelve a repetir la profesora.
¿Y tú, Pepito?
Fui a mi casa y le pegué a mi abuelita.
Y la maestra dice:
Y, ¿dónde está la palabra estatua?
Fui a la casa, y le pequé a mi abuelita, y «estatua» golpeada.