Chiste Número #2444

Un día nuestra cortadora de césped (eléctrica) se estropeó…

Mi mujer me llenaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla…

Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas mas importantes que hacer tipo: lavar el coche, hacer un informe, en fin…, lo que para mi parecía más importante….

Un día ella pensó un modo de convencerme, muy sutil.

Cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, ocupadísima recortándolo con su tijerita de costura…

Eso me llegó al alma…, me emocioné…

Decidí entrar en casa, y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes…

Se lo entregué y se me ocurrió decirle:

– «Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio…»

Después de aquello, no me acuerdo de nada… Estoy en blanco….

Los médicos dicen que volveré a andar, que perdí sólo la mitad de la visión de un ojo y que cojearé el resto de mi vida