Un día, los atlantes cansados de ser avergonzados con los chistes que crean sobre ellos, atrapan y llevan a juicio a un humorista.
Dice el atlante en la corte:
Señor juez, este hombre tiene que ser sentenciado a muerte.
Pero, ¿Por qué?, dice el humorista, si lo que yo digo son bromas, nada es verdad.
Pero has destruido nuestra reputación, dice el atlante.
Después de un largo juicio el humorista es sentenciado a muerte en la cámara de gas. Los atlantes lo levantan y lo llevan a un estadio de fútbol. El humorista confundido dice: Pero este es un lugar abierto y grande, cómo puedo morir asfixiado en un lugar abierto. El atlante lo mira y le dice:
Tú sólo espera a que empecemos a tirarte con las garrafas (balones de gas)