Un día llega un inspector de sanidad a un criadero de cerdos y pregunta al criador:
¿Qué le da de comer a sus cerdos?
Pues yo le doy las sobras de la comida, basurillas y otras inmundicias que encuentro por ahí.
¡Oiga, que se ha creído, debe pagar una multa de 1 millón de pesetas por tratar mal a los animales!
El criador se queda todo fastidiado y, al pasar un tiempo, llega otra persona que le pregunta lo mismo, y esta vez dice:
Yo les doy salmón ahumado, entrecot a la pimienta y un postre de helado y pasas.
¡Oiga! ¡Soy de la Plataforma por el Hambre Mundial, debe pagar una multa de 1 millón por insolidaridad aberrante!
El criador ya no sabe que hacer, pasa el tiempo, llega otro tipo y le pregunta otra vez qué comida le da a los cerdos, y dice:
¡Mire, yo les doy mil pesetas a cada uno y que se compren lo que quieran!