Un día a las 5 de la madrugada está un hombre en su casa y suena el teléfono, se levanta lo coge y le dicen:
¡Yo sé hablar!
Y el hombre cuelga el teléfono y regresa a la cama. Al día siguiente lo mismo, llaman coge y le dicen:
¡Yo sé hablar!
Y el hombre vuelve a la cama. Al día siguiente otra vez lo mismo, llaman, coge el teléfono y le dicen:
¡Yo sé hablar!
El hombre un tanto molesto contesta con dureza:
¡Y yo, también!
Y le dicen.
¡Sí, pero tú no eres una vaca!