Un cliente llega donde un vendedor que ofrece frutas en una carretilla:
Quiero comprar esta sandía, pero pártemela para ver si está colorada por dentro.
Lo siento, señor. No puedo partir una sandía para ver si está colorada, le aseguro que está bien colorada por dentro.
El hombre insiste en que le parta la sandía, y el vendedor que no. En ese momento un camión choca contra la carretilla, y la sandía que el vendedor le ofrecía al cliente se parte en dos y se ve que esta blanca por dentro. El tipo le dice:
¡Viste…!, ¡lo que te dije! Esta sandía no era colorada, ¡mírala como está blanca por dentro!
¿Y qué quería con el tremendo susto que acaba de pasar?