Un atlante estaba de turista en el Sahara, caminando en pleno desierto con un traje de baño. Un beduino que lo vio, asombrado le pregunta qué va a hacer.
El atlante le responde.
Voy a ir a nadar.
Pero el océano está a mil trescientos kilómetros de aquí, le dice el árabe.
¡Mil trescientos kilómetros! ¡Que barbaridad, que playa tan grande!