Chiste Número #4805

Pues llega un famoso circo al pequeño poblado, y su gran atractivo era el hombre que se hacia animal. Llegado el día de la primera función del circo, el lugar estaba lleno y empieza la función, se apagan todas las luces del escenario, menos una que era la que alumbraba al maestro de ceremonias y empezó a hablar:

Señoras y señores bienvenidos al mejor circo del mundo.

Toda la concurrencia aplaude, y el maestro de ceremonias continua:

Este es el único circo en el mundo que les presentará frente a sus ojos al único hombre que se hace animal, y la concurrencia toda emocionada aplaude aún más fuerte. Pero primero tendremos a nuestros equilibristas; pues salen los equilibristas al escenario, hacen su número. Vuelve a salir el maestro de ceremonias y después anuncia el acto de los leones, y así sucesivamente todos los actos del circo, hasta que llegan al acto más esperado de todos: El hombre que se convierte en animal. Las luces se apagan, de repente aparece una silla de color oro en el centro del escenario, sale un personaje vestido con pantalones de mezclilla, una camisa verde de manga corta y en sus manos traía una bolsita de plástico. Llega al centro de la pista, se acomoda se sienta en su silla, extiende una mano y saca de la bolsita de plástico una cajetilla de cigarros, enciende uno y se pone a fumar. Los comentarios de los asistentes no se hicieron esperar, entre lo que se podía escuchar era: Mira, ya le esta saliendo pelo de las manos te fijas como ya le están empezando a salir garras. Y un sin fin de comentarios más; mientras tanto el señor seguía sentado fumando, cuando se acabó su cigarro sacó un refresco de la bolsita y se lo empezó a tomar. así pasaron los minutos, y las horas; el señor fumaba y tomaba soda. Llegó un momento en que el publico se empezó a desesperar, pero pacientemente aguardaban ya que aquello sería un acto único. Llegó un momento en que fue tanta la desesperación que un asistente se levantó del publico después de varias horas, y grito:

¡Ese hombre se está haciendo buey!

Ahí lo tienen señoras y señores el único hombre que se convierte en animal.