La esposa llorando le decía a su marido que se encontraba borracho:

Viste, snif, que para tomar aguardiente sí tienes dinero, snif, y a mi en cambio nunca me has comprado un vestido, snif, viste como eres?

Contestó el borracho:

¿Y de cuándo acá tu vendes vestidos, o vendes ropa?

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