La dama insiste:

¿Por qué, mijo, no nos vamos a vivir a un apartamento más caro?

En esas suena el teléfono. El señor responde, recibe una información, cuelga, y le dice a la señora:

Se cumplió tu deseo. Viviremos en un apartamento más caro: ¡nos acaban de subir el arriendo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *