Juanito era un niño terrible, malo, malo, malo. Su mamá le dice:
O te portas bien o te encierro en el cuarto de San Alejo que ahí vive el diablo.
Juanito no se portó bien, y su mamá lo encerró en el cuarto de San Alejo, al cabo de un tiempo la mamá oye tremendo ruido en el cuarto de San Alejo, golpes, vidrios rotos…
Abre la puerta del cuarto de San Alejo y sale el diablo llorando y le dice:
Señora, dígale a Juanito que me devuelva mi tenedor.