Jaimito llega corriendo a su casa y le dice exaltado a su mamá:
¡Mamá, mamá, a mi amiguito Luis lo picó un caimán!
La mamá se ríe y lo mira diciendo:
Jaimito, los caimanes no pican, los caimanes muerden.
Entonces Jaimito le responde:
No mamá, a mi amiguito lo picó en dos.