Jaimito le pregunta a su madre:
– ¡Mamá,Mamá! ¿Puedo ir a la piscina, hoy ponen el trampolín mediano?
– Claro que si hijo.
Y Jaimito llega a casa con el brazo roto.
Al día siguiente Jaimito le pregunta a su madre:
– ¡Mamá,Mamá! ¿Puedo ir a la piscina, hoy ponen el trampolín gigante?
– Vale pero pórtate bien.
Jaimito llega a casa con el otro brazo roto.
Al siguiente día Jaimito le pregunta a su madre:
– ¡Mamá,Mamá! ¿Puedo ir a la piscina, hoy ponen el agua?