Hola, buenos días. ¿Me da un recambio de folios para la carpeta?
¿Alguna marca en particular?
No, gracias, me da igual.
Si, bueno, ¿pero cómo lo quiere?, ¿liso, cuadriculado, con líneas?
Cuadriculado, por favor.
¿Con qué tamaño quiere los cuadros?
Este…
Tengo los normales de 4 milímetros, pero también le puedo dar papel centimetrado, o medio centímetro, o los grandes de pulgada.
Me da igual, con cuatro milímetros.
El papel blanco y las rayas negras, me imagino.
Sí, sí.
¿Con margen o sin margen?
Bueno, con margen.
¿De qué color quiere la raya del margen?
Pues no sé, ¿qué colores tiene?
Unos cuantos. Rojo, negro, azul…
Rojo mismo, para que más.
¿Cuántos agujeros tiene su carpeta?
Cuatro.
¿Con las esquinas redondeadas?
No, mire, me da igual.
¿Y qué tamaño? ¿octavilla, cuartilla, folio, holandesa?
Vale, mire, lo que podemos hacer es que vuelvo mañana con la carpeta y usted me da un recambio igualito que el que tengo ahora, ¿vale?
Bueno, sí, si usted quiere…
Total, que el tío sale mareado de la librería y en la puerta se encuentra con un amigo suyo con un retrete al hombro, que le dice:
Hombre, Manolo, ¿qué tal?
Pues mira, no muy bien, porque venía a comprar hojas para la carpeta, pero el tío que me ha atendido es un plasta, y me ha dado un dolor de cabeza que no me aguanto.
¡Qué me vas a decir a mí!, yo vine esta mañana por un rollo de papel higiénico, y mira, ¡me tengo que traer el retrete para que le tome las medidas!