Chiste Número #3540

Había una vez, un señor que vivía en el medio del campo y todas las noches le tocaban la puerta, pero él no atendía, hasta que un día atendió y dijo:

¿Quién es?

Una voz temerosa le contestó:

La mano sangrienta, la mano sangrienta.

Él le respondió:

¿Qué quiere?

A lo que la voz del otro lado le dijo:

Una curita.