Había una vez un pollito que quería salir a la calle. Va y le dice a su mamá:
Mami, ¿Puedo salir a jugar a la calle?
Y la mamá le contesta:
No pollito, porque te puedes perder.
A los 5 minutos regresa el pollito y le dice:
Mami, ¿Puedo salir a jugar a la calle?
Y la mamá le contesta:
No pollito, porque te puedes perder.
A los 10 minutos regresa el pollito y le dice:
Mami, ¿Puedo salir a jugar a la calle?
Y la mamá le contesta:
No pollito, porque te puedes perder.
A los 15 minutos regresa el pollito y le dice:
Mami, ¿Puedo salir a jugar a la calle?
Y la mamá le contesta:
Está bien pollito ve a jugar a la calle.
¿Y adivinen que le pasó al pollito?
¡Se perdió!