Había una guerra y en uno de los ejércitos había un soldado muy flojo, muy flojo. De pronto viene el capitán y dice:
¡Vengan rápido, pico y pala, vamos todos a cavar una trinchera!
Y pregunta el soldado que era muy flojo:
Mi señor capitán, ¿Para qué vamos a cavar una trinchera?
Y contesta el capitán:
Porque si ataca el enemigo, nosotros podremos escondernos.
Y contesta el soldado:
¿Y por qué no atacamos nosotros y que ellos caven la trinchera?