Había un borracho apoyado en la puerta de un bar y vio a su amigo caminando por la calle, que también estaba borracho, y le empezó a dar golpes a la farola y su amigo le pregunta:
¿Qué haces?
Y responde el otro borracho:
Llamando a la puerta de mi casa.
Y le dice el otro:
Sigue, sigue, que la luz está encendida.