Estaba una señorita en la carnicería y le pide al carnicero:
Deme el pollo más grande que tenga.
El carnicero le lleva el pollo y le dice:
Este es el más grande que hay.
En ese momento el gerente llega y dice:
No señorita, aquí tenemos los pollos más grandes del país y llama al carnicero para que vaya a la bodega.
En la bodega donde guardan la carne murmuraban el gerente con el carnicero:
Este es el más grande y único pollo que tenemos, así que anda a decirle que éste es el más grande que hay, pero es el mismo.
El carnicero va donde la señorita y le dice:
Este es aún más grande.
La señorita le responde:
Deme ese, y también me voy a llevar el otro que me ofreció.