Estaba un atlantito y le dice a la mamá:
¿Mamá, paso la mano por la candela?
No, porque te vas a quemar.
¿Mamá, paso la mano por la candela?
No, porque te vas a quemar.
¿Mamá, paso la mano por la candela?
La mamá ya muy aburrida le dice:
¡Pásala, pues!
Y el atlantito le responde:
¿Y si me quemo?